Un hermoso día de otoño pero ventoso, a Kevin se le ocurrió ir a la plaza que
estaba a la vuelta de su casa con su barrilete multicolor.
Él vestía con tres mangas, pero el frío que hacía,
iban a ser muy pocas. A Kevin no le
importó, pero a la media hora ya empezó a
tiritar ¡trrrrrtrrrrrtrrrrr! Por el frío empezó a correr buscando al sol. De
pronto vio que había un camino de tierra ¡con flores de otoño!, lo siguió. Caminó,
caminó y caminó. Ya oscurecía y Kevin se había ido muy lejos y cada vez hacía
más frío. No tenía otra que volverse pero no sabía por dónde. Entonces se
acostó en el suelo a mirar el cielo.

CECILIA ANDRISANO
4ºB